¿Tiene esta senda corazón?
Si lo tiene, la senda es buena.
Si no, no sirve para nada.
Las Enseñanzas de Don Juan – Carlos Castaneda.
Parafraseando a Castaneda me pregunto: ¿tendrá este escrito corazón? Y pongo toda mi intención para que mis palabras surjan desde mi corazón y conecten con el tuyo.
¿Qué importancia tiene el corazón en tu vida? ¿Cuál es tu relación con tu corazón en tu día a día? ¿Lo sientes latir? ¿Llevas tu mano a tu pecho? Piensa que cuando dices “yo” haces justamente ese gesto: te señalas el centro de tu pecho, tocándote el corazón. No señalas tu cabeza o tu abdomen. Te identificas con tu corazón: tu corazón eres tú.
¿Qué podemos aprender de cómo funciona nuestro corazón físico? Quizás si escuchamos el sonido de su latir podríamos comprender la importancia del ritmo en nuestra vida. Ese puede ser el primer paso para aprender a respetar nuestros propios ritmos, como una manera de tratarnos más amorosamente, cuidándonos en vez de imponernos ritmos que terminan estresándonos y quemándonos.
Si visualizamos su sístole – diástole, su movimiento de contracción y regreso a su tamaño expandiéndose, entenderíamos la importancia de integrar los opuestos como forma de mantener un equilibrio y le daríamos valor por estar al servicio de todo nuestro organismo para que nuestra sangre, la vida misma, fluya.
Respetar nuestro ritmo, integrar opuestos, servir, fluir… ¿Honramos estas acciones en nuestra vida diariamente?
Nos cuesta vivir conectados a nuestro corazón en un mundo que privilegia la conveniencia. Es importante discernir cuándo nuestro hacer está regido para obtener algo. Eso es un hacer especulador. Algo muy distinto es hacer algo porque nos produce gozo o dicha. Eso es descubrir la energía del corazón.
Parece que hubiéramos perdido la capacidad de amar, de animarnos a dar sin pensar en sacar provecho, sin esperar recibir algo a cambio. La función verdadera del corazón es dar, entregar, compartir, reconocer a otra persona como un igual a mí y comprender que no hay bienestar propio sin bienestar de los demás. En síntesis: el verbo del corazón es “amar”.
Necesitamos desarrollar mucho más esta conciencia de vivir desde el corazón, de sentir un amor por la humanidad, un amor inclusivo, sin juicios ni dudas, solidario, compasivo. Y comenzar por un bien querernos a nosotras mismas porque: ¿qué calidad de amor podemos dar a otro ser humano si no hemos aprendido primero a amarnos a nosotras mismas?
Hay quienes comparan nuestro corazón con un diamante que ha caído en el fango. En nuestro vivir desconectados, ignorando la presencia de tal joya dentro de nosotros, ese fango se densifica y cubre el brillo de nuestra esencia. Afortunadamente esa esencia es inalterable. El trabajo nuestro como seres humanos es quitar ese fango y permitir que nuestro diamante brille e irradie su luz.
¿Cuáles son los pequeños gestos que nos pueden acercar a nuestro corazón, a nuestra esencia? Hay un sitio profundo en nuestro interior donde la unión y la conexión con el todo existe. Nuestro corazón es nuestro núcleo, la fuente que nos conecta con el corazón de todas las cosas y de todos los seres. También con nuestra Madre Tierra de la cual estamos tan alejadas. Lamentablemente hemos olvidado el vivir conectados a nuestro corazón.
Recordarlo es un primer paso. Recordar etimológicamente tiene la misma raíz latina “cor”, que significa corazón. Sumando al prefijo “re” es un “volver a pasar por el corazón”. Existe una relación entre la memoria y el corazón. En otros idiomas es más evidente. En francés «aprender de memoria» se dice “apprendre par coeur” y en inglés “to learn by heart”. Hay otro término que comparte la misma raíz: “coraje”.
Me invito y te invito a tener el coraje de recordar quiénes somos cuando vivimos conectados a nuestro corazón, practicando la escucha amorosa y el habla atenta.
Un corazón valiente es aquel que no teme abrirse al mundo. Cuando soltamos nuestras armaduras y nos expresamos honestamente, nuestra vulnerabilidad se convierte en fuerza. Despertamos nuestra valentía interior y generamos confianza en nuestras relaciones, sembramos amor y compasión en nuestro mundo.
Me invito y te invito a abrazar lo que ES, de corazón. A vivir corazonando como proponemos en nuestro libro “la corazón o el arte de poner orden sin dar órdenes”.
Me invito y te invito a abrir nuestro corazón antes de cerrar definitivamente nuestros ojos.
Cordialmente,
Roxana Cabut
Roxana es Creativa, Aprendiz de la vida y Docente.
También es Profesora en Letras y Terapeuta Corporal.
Ha co-escrito con Raed El Younsi el libro
“la corazón o el arte de poner orden sin dar órdenes”.
Hermosa invitación. Gracias por recordarnos esa parte del cuerpo que por no estar a la vista, a veces es olvidada.
Gracias por tu comentario, Claudia. “Lo esencial es invisible a los ojos” dice Saint-Exupéry en “El principito”
Qué importante que haya escritos como estos que llegan de vez en cuando como re-cor-datorio para volver a lo esencial. Gracias de corazón Roxana.
Re-cordemos, Sandra. Gracias por tus palabras!
Tienes razón, pero no es fácil poner el corazón en todo aunque quieras. Cuando te lo rompen varias veces, has de cuidarlo y protegerlo: después, pones toda tu atención en sobrevivir y luchar para volver a tener tu YO íntegro, aunque con abolladuras.
Antonia, con tu comentario me ha hecho recordar un cuento donde competían para elegir el corazón más bello. Y lo gana un anciano a cuyo corazón le faltaban trocitos. Él explicaba: “Son trocitos que di amando, deseando que me amaran también, pero no fue así y se quedaron con quien amé. No recibí nada a cambio de mi corazón. Las costuras son para curar las heridas. Cuando alguien te daña te parte el corazón, y eso hay que curarlo. Un corazón que se precie de serlo no puede pararse por eso. Se cura y sigue adelante, dando y recibiendo, o perdiéndolo un poquito, o curándolo pero sigue siempre latiendo y latiendo… “. Un abrazo de corazón para ti.
Roxie, que invitación tan profunda y simple a la vez esta de “recordar quienes somos cuando vivimos conectadas al corazón” y eso es importantísimo porque es el puente para expresar la humanidad auténtica que somos y la potencialidad que nuestra individualidad necesita explayar.
Te adoro!😍
Gracias por lo que transmite tu mensaje, Natalia! Siguiendo con la energía del corazón y como me enseñó Male, mi sobrina-nieta: te amodoro!
Gracias, por recordarnos nuestro corazón y toda la sabiduría que conlleva … lo hube tenido muy olvidado… pero si le doy permiso, es el maestro más amoroso, paciente y sensible con el que he topado!!!! Gracias!!!!
Todo una gran verdad. Frases como “ te lo digo de corazon” o “ me explota el corazon de alegria” o “ tengo una corazonada”… hace que utilicemos su nombre, mucho mas que comprender su importancia. Felicitaciones Roxana, tus palabras solo nos llevan a la verdad.
Y las tuyas, las frases que citas, nos recuerdan el poder del lenguaje cuando somos conscientes del sentido que encierra lo que decimos. ¡Gracias, Rosana (Cole)!
Gracias por lo que transmite tu mensaje, Natalia! Siguiendo con la energía del corazón y como me enseñó Male, mi sobrina-nieta: te amodoro!
Linda reflexión e invitación, que nos recuerda el cuidado a nosotros mismos. Gracias Roxy!
Sí, Pau, así como “amar”, “cuidar” es otro verbo que define a nuestro corazón. Gracias a vos por tu comentario!
Gracias enormes Roxi por recordarnos a corazonear
Qué bella y profunda es tu escritura
😘
A corazonar, Lidia! Gracias por tu valoración! Abrazo de corazón
Gracias por enviarnos esperanza de tu corazón al nuestro.
Gracias, Valentina, por abrirte a sentir! Abrazo de corazón
Lo difícil es ser consciente de la armadura y dejarla caer. Muy bueno hermosa.
Gracias, Claudio! Abrazo de corazón
¡Un artículo muy inspirador! muchas gracias por tantas ideas valiosas que dan para pensar en ellas con calma… ¡qué importante vivir des del corazón!
Pensar con calma, recordando el ritmo de tu corazón. Gracias por tu comentario y por dejarte inspirar, Olympia!
Hola Roxy, que lindo leerte. Poner atención al corazón, ir hacia adentro para, desde ahí, ir hacia afuera…
Me recuerda que soy parte de algo más grande, me abre espacio para que brote el coraje y la confianza en la vida.
Un abrazote ♡
Qué bien, Lucila! Sí, somos parte de de algo más grande. ¿Será del corazón del Universo? Un abrazo y gracias por tu compartir
¡Qué hermoso encontrarte aunque sea aquí! Y pienso que el corazón también es un lugar donde se albergan esos momentos en que fuimos felices. Por eso vos también estás en el mío. Un beso grande, Roxy, y ojalá nos podamos volver a ver. Ya habrá ocasión.
Sí, Silvia, estoy de acuerdo con vos: en el corazón caben todos los amores. Vos también estás en el mío. Abrazo y brindo por un pronto encuentro en persona